Tomarnos de la mano y disfrutar el camino hacia el futuro.
La palabra “asíntota” puede resonar en la cabeza de muchos como un termino matemático más o una palabra que no se puede interpretar de otra forma. Asíntota proviene del griego “asumptōtos”, etimológicamente No cayendo juntos; matemáticamente la tangente de una curva al infinito sin tocar un eje, no importa que tanto se acerque. Nuestras vidas son una gran asíntota, nuestras manos, nuestros labios y por supuesto, nuestros corazones. Corazones sedientos de amor, solos como la luna cuya única compañía es la Tierra. Puedo estar a menos de un metro de tu boca, pero con cada milímetro que me acerco la asíntota entre nosotros se hace más grande, si eso es que eso es posible. Verte a los ojos es de las actividades más enigmáticas que existen, revelan tanto pero al mismo tiempo no revelan más de lo que quieres revelar. Me atrapaste en un laberinto sin salida y no me he dado cuenta todavía, ilusamente sigo pensando en el más improbable de los escenarios en el que podamos vencer la asíntota entre nosotros, la única forma de vencer a esta es convirtiéndonos en infinito. Desafiando todas las probabilidades y todos los pronósticos, volvernos invencibles, nosotros contra el mundo; teniéndonos el uno al otro, infinitamente, los legítimos vencedores de la tormentosa asíntota que nos perseguía. Finalmente tomarnos las manos, vernos a los ojos y revelar detalles que ni siquiera conocíamos de nosotros, sincronizando los corazones al ritmo del amor. Superar los días malos y celebrar los buenos, disfrutar por los logros de cada uno; con lagrimas de felicidad y llorar por los fracasos de cada uno; acompañándonos con el llanto en los peores momentos. Nunca más experimentar la soledad y más bien cambiarla por un sentimiento de pertenencia. Contar mutuamente con el apoyo absoluto en las ideas más descabelladas y al mismo tiempo estar dispuestos a dar nuestra opinión. Tomar café por las mañanas y comentar los titulares del periódico junto con nuestros planes para el día; así como escuchar un resumen del día con lujo de detalles y una sonrisa al saber que ambos corazones se abren cada día más y más hasta tratar de convertirse uno. Vivir una realidad que por más imperfecta que por momentos parezca, no la cambiaríamos por nada en el mundo. Tomarnos de la mano y disfrutar el camino hacia el futuro. Pero “vencer” la asíntota es una idea tan disparatada y fuera de contexto como un futuro en el que tu corazón se ponga en sintonía con el mío, nadie ha “vencido” una asíntota, nadie jamás pensó en la necesidad de vencerla pues es solo matemática ¿cierto? Yo lo veo como un concepto que está siendo vilmente desaprovechado. In aeternum te amabo, yo te amaré por toda la eternidad, eso es lo más cercano que encontré a mi definición de asíntota y sigue sin ser totalmente precisa. Como mi definición de asíntota está siendo creada mientras escribo esto, puedo darme el lujo de agregarle lo que quiera. El amor lo conquista todo, un sinónimo de conquistar es vencer o conseguir; así que se puede decir que la única forma de vencer esta asíntota que separa a nuestros corazones es con amor por más irónico que suene; en todo caso la vida es una gran ironía, nuestra propia existencia es una ironía por si misma así que ¿por qué no serlo el amor también? Innumerables veces he intentado perder el amor que te tengo con todo menos con más amor, ni el odio, ni la indiferencia, ni la tristeza nos van a ayudar. Solo a través del amor podremos ver la verdad. Pero ¿cuál amor? Pues el más puro de todos “Phillia” griego para un amor de amistad verdaderamente puro, ese es quizá el amor que están nuestras almas condenadas a vivir, un perfecto reemplazo para “eros”. Palabras con mucho significado pero vacías si no estás conmigo.